17-06-2007

Miro por mi ventana

Lindas mañanas asolapadas por el sol con un remedio de frío austral para nivelar la cosa. Demasiadas mañanas hemos contemplado, tú y yo, en los cerros de arena en el cual reposan nuestros cuerpos. Solo acordarme de aquellos inviernos donde jugabamos con barcos de vela para lanzarlos con fuerza de hombrón por la zanja, en la cual alguna vez calleron nuestras esperanzas. Barcos diseñados especificamente para atraer la atención de los perros que rodeaban nuestra acción. Ladridos de aquella jauria para derrumbar, con sonidos casi fogosos, la estructura en práctica de nuestras bobadas de ideas. Un invierno donde las ventanas se convertían en fiel amiga de nuestros deseos. Ventanas que miraban las esperanzas de ya no llover más porque las débiles gotas agotaban, a punta de disparos, la masa sólida del vidrio.
Inviernos de los cuales soliamos entretenernos, junto con el frío, en juegos aún recordados. Recuerdos que ya no son.

2 comentarios:

Anónimo dijo...
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
pinguiniLLo! dijo...

demasiados recuerdos!
me conmoviii !

adios!

te kiero hermano!

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