Quédate

El templo de Dios

no contempla y

mi mano tiembla al ver que los recuerdos

lo tapas con tú niebla.

Caminamos de a dos

pasamos por el templo de dios

lo ignoramos por su venta

y aquel hombre asenta

cuando se acaba mi voz.

Pero yo quiero ser de vos

Una noche eterna

poder jugar entre tus piernas

al amor realizado de dos.

Esto no está acabado

lo siento, estoy enamorado.

Si me preguntas de que

yo te hablo de un todo

porque mi amor es un estanque

que no se llena y no se parte.

Caminamos por la niebla

esta vez mi mano tiembla

tú miras y contemplas

un camino y una mesa.

Nena, mo te sientas lesa

porque este cuerpo no pesa

cuando el sol pega en nuestras cabezas.

Hierve mi sangre

por tú hambre.

Hierve mi sangre

por tú carne.